Plomos de Pesca

El tipo de plomo para pescar en el mar depende de varios factores, incluyendo la profundidad del agua, la fuerza de la corriente, y la técnica de pesca empleada. En aguas profundas o con corrientes fuertes, se recomiendan plomos más pesados para asegurar que el cebo alcance el fondo y se mantenga en el lugar deseado. Los plomos de garra o pirámide son ideales para fondos arenosos, ya que se entierran ligeramente en la arena, ofreciendo resistencia a la corriente. Para rocas o arrecifes, los plomos de bola o aquellos con protecciones pueden evitar enganches. La elección adecuada asegura una presentación efectiva del cebo y mejora la experiencia de pesca.

El plomo se utiliza en la pesca para cumplir principalmente dos funciones: llevar el cebo al lugar deseado y mantenerlo en posición contra la corriente o en una profundidad específica. La colocación y el peso del plomo pueden variar según la técnica de pesca. Por ejemplo, en la pesca de fondo, el plomo se sitúa de manera que el cebo quede suspendido justo por encima del lecho marino o del río, mientras que en la pesca a flote, se utiliza un plomo más ligero para equilibrar el flotador y asegurar que el cebo se presente a la profundidad correcta. La elección del plomo adecuado y su correcta colocación son cruciales para el éxito de la pesca.

El plomo de pesca también se puede llamar "lastre", pero existen varios tipos específicos con nombres propios, dependiendo de su forma y función. Algunos de los más comunes incluyen:

• Plomos de oliva o bala: Usados para lanzamientos lejanos y montajes deslizantes.
• Plomos de garra o pirámide: Ideales para fondos arenosos y evitar el arrastre por la corriente.
• Plomos de bola: Comunes para todo tipo de condiciones, fáciles de atar en la línea.
• Plomos de gota de agua o lágrima: Utilizados en aguas tranquilas o para pesca vertical.